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Lucha de Principios Capitalista y Socialista del Trabajo
La concreción del principio de organización socialista del trabajo, es un proceso de lucha social e individual. Desde el punto de vista de la sociedad, el proceso implica la transformación de la sociedad capitalista en su contrario, una sociedad socialista. Individualmente considerado, el principio de organización socialista del trabajo implica la lucha contra la explotación propia y ajena, la lucha por el respeto al trabajo propio y ajeno, a la trayectoria, a la experiencia, a la destreza, a la calificación profesional, a la participación conquistada meritoriamente y con esfuerzo.
Forma parte de la moral capitalista con relación al principio del trabajo lo opuesto a lo anterior. En el capitalismo no se respeta el trabajo de la gran mayoría de las personas sino el de la minoría que ayuda a mantener la opresión y la injusticia económica y social de la población.
El principio de organización capitalista y socialista del trabajo coexisten, tanto social como individualmente. Así como como coexiste el ser y el deber ser de todas las cosas. En lucha. El principio de organización socialista del trabajo se abre paso históricamente, en un proceso de lucha, en toda sociedad capitalista. A veces esta lucha adquiere matices impresionantes por lo novedosos, como es la iniciativa del Partido Socialista Suizo de establecer un salario único y base, a fin de que las personas se dediquen al trabajo que deseen y para el cual sientan vocación y desarrollen sus capacidades.
Esta lucha de principios de organización del trabajo, está presente de manera singular en América Latina. Toda lucha implica aciertos y errores, pero de su resolución dependerá el futuro del Socialismo.
En la evolución social, puede decirse que el primer intento de construcción de una sociedad socialista fracasó precisamente, por la distorsión de un único punto: no se garantizó que a cada persona se le remunerara de acuerdo a su trabajo y a su capacidad. Un motorista de bus recibía lo mismo que un médico, por ejemplo. Con esa experiencia se evidenció que un sistema erigido sobre la arbitrariedad y discreción colectiva e individual, que no toma en cuenta necesidades sociales reales laborales, antecedentes, méritos, calificaciones y trayectoria de lealtad social para ubicar y remunerar a las personas en y por el trabajo que merecen, que han conquistado con su esfuerzo y que la sociedad necesita, se carcome por dentro y se derrumba como un gran mueble roído por dentro por la polilla de la injusticia social que necesariamente también es individual. Examinar desde la ciencia social este punto es determinante para explicarse la caída del primer esfuerzo humano de construcción de un sistema socialista prácticamente en todo el siglo XX y extraer sus lecciones históricas.
Notas iniciales
Notas iniciales
Para examinar el Principio Socialista del Trabajo
Evaristo Hernández
Junio 2014
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