23.9.25

PIB comparado de países con sistema socialista y países con sistema capitalista en 2023

 
PIB de países socialistas comparado con países capitalistas.

Países Socialistas (China, Vietnam, Laos, Cuba, Corea del Norte): 22.3%
Resto del Mundo: 77.7% 

China: PIB nominal de aproximadamente $19.7 billones USD en 2023, representa alrededor del 19% del PIB mundial total. 
Vietnam: PIB nominal fue de aproximadamente $476.4 mil millones USD en 2023.
Laos: PIB nominal fue de aproximadamente $19.1 mil millones USD en 2023. 
Cuba: PIB nominal fue de aproximadamente $107.4 mil millones USD en 2023. 
Corea del Norte: estimaciones indican un PIB nominal de aproximadamente $40 mil millones USD en 2023.

Total PIB de los 5 países socialistas: Aproximadamente $20.4 billones USD.
PIB mundial total: Aproximadamente $105 billones USD. 
Porcentaje del PIB mundial representado por estos países: Aproximadamente 19.4%.

Consulta a ChatGPT. 09/23/2025


Interpretación usual y actual del concepto de países socialistas


Actualmente, cuando hablamos de países socialistas hay que distinguir entre:
  1. Estados gobernados oficialmente por partidos comunistas (marxista-leninistas), que en sus constituciones se definen como “socialistas”.
  2. Países que se autodefinen socialistas en sus constituciones o ideologías, aunque tengan economías mixtas o reformas de mercado.
  3. Estados con gobiernos socialistas en sentido amplio (partidos socialistas o socialdemócratas en el poder), pero que mantienen un sistema capitalista de mercado.
1. Países oficialmente socialistas (con partido comunista en el poder)
Al 2025, los reconocidos internacionalmente son:
China (República Popular China) – Partido Comunista de China.
Cuba (República de Cuba) – Partido Comunista de Cuba.
Vietnam (República Socialista de Vietnam) – Partido Comunista de Vietnam.
Laos (República Democrática Popular Lao) – Partido Revolucionario Popular Lao.
Corea del Norte (República Popular Democrática de Corea) – Partido del Trabajo de Corea.

2. Países que se autodenominan “socialistas” en su constitución
Nepal: su constitución de 2015 define al país como una “República Democrática Federal Socialista”, aunque es un sistema multipartidista con economía mixta.
Nicaragua: el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) gobierna y se presenta como socialista, aunque el país tiene economía de mercado.

3. Otros casos con gobiernos socialistas (pero no sistemas socialistas)
En muchos países existen partidos socialistas o socialdemócratas en el poder (ej. España, Portugal, Noruega, Chile, Brasil en ciertos períodos), pero sus economías siguen siendo capitalistas, por lo que no se consideran “Estados socialistas”.

Hoy, solo 5 países mantienen un sistema socialista de partido único: China, Cuba, Vietnam, Laos y Corea del Norte. Otros como Nepal y Nicaragua se declaran socialistas en sus constituciones o en su discurso político, pero no funcionan bajo el modelo de partido único comunista.

Consulta a ChatGPT. Revisado. Las concepciones del autor del blog no necesariamente coinciden con la consulta. 09/23/2025

29.8.25

Sobre filosofía económica del Socialismo en el Siglo XXI



Socialismo contemporáneo: entre Smith y Saint-Simon
Índice inicial
1. Introducción
2. El socialismo del siglo XXI y sus dilemas filosóficos
3. La mano invisible de Adam Smith
4. Saint-Simon y el principio de justicia del trabajo
5. El vínculo dialéctico entre beneficio individual y justicia social
6. La experiencia china: hacia la prosperidad común
7. Conclusión

1. Introducción
El socialismo del siglo XXI, especialmente el que se desarrolla en China, no es un producto espontáneo ni improvisado. Es el resultado de un proceso histórico de acumulación de prácticas y experiencias en el ámbito político, económico y social. La experiencia soviética, las reformas en Europa del Este y la evolución particular del modelo chino han configurado un escenario en el cual surge la necesidad de formular una nueva teoría socialista.
Esta teoría, sin embargo, enfrenta una serie de problemas filosóficos de fondo que no pueden resolverse únicamente desde la práctica política o económica. Entre ellos, se destacan dos dilemas centrales:
¿Cómo aprovechar el principio de la motivación individual y el beneficio propio como motores de desarrollo?
¿Cómo garantizar que ese desarrollo se traduzca en beneficio colectivo y justicia social?
Para responder a estas preguntas, es necesario examinar y vincular dos tradiciones intelectuales fundamentales: la teoría liberal de Adam Smith y la propuesta proto-socialista de Saint-Simon.

2. El socialismo del siglo XXI y sus dilemas filosóficos
La teoría socialista contemporánea reconoce que, para consolidarse, no basta con contraponerse al capitalismo. Es imprescindible replantear la relación entre individuo y sociedad. En la historia del pensamiento moderno, esta tensión ha sido formulada de manera paradigmática por Smith y Saint-Simon, cuyas visiones, aparentemente irreconciliables, expresan las fuerzas que hoy deben integrarse en un nuevo marco teórico.

3. La mano invisible de Adam Smith
Adam Smith, en La riqueza de las naciones (1776), defendió la idea de que cada individuo, al perseguir su propio beneficio, contribuye indirectamente y sin proponérselo al bienestar de la sociedad. Este mecanismo espontáneo, al que denominó “mano invisible”, se basa en la competencia y en la libertad de mercado capitalista (recordemos que existen históricamente y geográficamente, mercados no capitalistas).
La lógica de Smith sostiene que la búsqueda del interés personal impulsa a los individuos a innovar, producir más y mejor, y masificar la producción y la comercializaci{on lo que genera efectos positivos para toda la comunidad. La iniciativa privada y la libertad individual, en este sentido, no son obstáculos para la sociedad, sino motores de su progreso.
Sin embargo, esta concepción parte del supuesto de que es posible regular el mercado capitalista, o que este es capaza de autorregularse y que la competencia evita los abusos y que al final resulta una elevación de la calidad, cantidad, diversidad, masificación de productos y reducción de precios. En la práctica, la historia ha mostrado que la inflación es consustancial al capitalismo, asimismo la acumulación de riqueza y creciente pobreza, y los monopolios y la explotación humana son consecuencias de esta misma dinámica.

4. Saint-Simon y el principio de justicia del trabajo
En contraposición, Saint-Simon planteó a comienzos del siglo XIX una visión distinta del orden social. Para él, el progreso humano dependía de la cooperación racional y de la organización colectiva de la producción, no de la competencia desenfrenada.
Su principio rector puede resumirse en la fórmula: “A cada quien según su capacidad; a cada cual según su trabajo.” Esto significa que los derechos y beneficios de los individuos deben estar ligados a su esfuerzo productivo y a sus capacidades reales, y no simplemente a la herencia o a la propiedad privada. Saint-Simon concebía una sociedad en la que científicos, técnicos y trabajadores desempeñaran un papel central en el progreso social.
Esta concepción inspiró a Marx y Engels, quienes radicalizaron la propuesta en una crítica al capitalismo: los individuos aportarían según su capacidad y recibirían según sus necesidades en una sociedad comunista que elevaría los niveles de producción a tal grado de satisfacción de las necesidades. Así, Saint-Simon abrió la puerta a una reflexión sobre la justicia social que sigue siendo central en las teorías socialistas.

5. El vínculo dialéctico entre beneficio individual y justicia social
En nuestra opinión el reto actual del socialismo no consiste en optar entre Smith o Saint-Simon, sino en vincular dialécticamente ambos principios en el proceso de construcción revolucionaria del Socialismo.
Si se privilegia únicamente la lógica smithiana, se corre el riesgo de reproducir un modelo desigual que concentra la riqueza en pocas manos.
Si se privilegia exclusivamente la lógica saint-simoniana, se puede caer en un colectivismo rígido que ahogue la creatividad individual y reduzca los incentivos.
La clave, al parecer, es diseñar instituciones que permitan que la iniciativa personal y la búsqueda del beneficio individual se traduzcan en un bienestar compartido, y que la cooperación social no anule sino que potencie la creatividad, la innovación y la creciente elevación de niveles de calidad, cantidad, diversidad y masificación de producción y consumo.
.
6. La experiencia china: hacia la prosperidad común
La experiencia china en las últimas décadas constituye un ejemplo de este intento de síntesis. Bajo el concepto de “socialismo con características chinas”, también denominado "socialismo de mercado" o, "socialismo con mercado" como decía muy agudamente el Padre Ibisate, de la UCA de El Salvador, ya fallecido. La República Popular China ha promovido la iniciativa privada, la competencia y la apertura al mercado capitalista, pero siempre bajo la dirección del Estado y con un horizonte de prosperidad común.
El principio es claro: la riqueza generada por algunos sectores debe convertirse en un recurso que beneficie al conjunto de la sociedad. De esta manera, se intenta equilibrar el dinamismo de la iniciativa individual con la necesidad de justicia social.
Este modelo no está exento de tensiones ni contradicciones, pero representa un esfuerzo por resolver el dilema filosófico que se encuentra en el centro del debate socialista contemporáneo.

7. Conclusión
El socialismo del siglo XXI necesita construir una nueva teoría que resuelva el dilema filosófico planteado entre Adam Smith y Saint-Simon. No se trata de elegir entre la mano invisible o la justicia del trabajo, sino de construir una síntesis superior que articule ambos principios.
El desafío consiste en garantizar que la búsqueda del beneficio individual no derive en egoísmo destructivo y que la organización colectiva no anule la libertad creativa. Solo mediante esta síntesis dialéctica será posible avanzar gradual y/o radicalmente hacia un sistema y/o modelo económico-político alternativo al capitalismo global, capaz de responder a los desafíos sociales, económicos y ambientales del presente.

8.5.25

Para un concepto actualizado de Socialismo, según ChatGPT


Socialismo, trabajo y tecnologías emergentes: hacia una economía de mercado socializada
El pensamiento socialista ha mantenido desde sus orígenes una concepción profundamente ética del trabajo humano. A diferencia del capitalismo, que lo reduce a mercancía sujeta a la ley de la oferta y la demanda, el socialismo parte del principio de que el trabajo es una actividad fundante del ser social, un medio a través del cual el individuo no sólo transforma el mundo sino que se realiza como ser humano. En esta concepción, el trabajo no es únicamente un medio de subsistencia, sino la base de la diferenciación social legítima. De allí la conocida máxima socialista: “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”, expresión que resume el ideal de una distribución proporcional, meritocrática y justa en una sociedad aún en tránsito al comunismo [1].

I. Trabajo, justicia y parasitismo social
En este marco, el socialismo busca combatir una de las formas más persistentes de desigualdad: el parasitismo económico, es decir, la existencia de la burguesía y sobre todo la oligarquía, como clase y capa social que viven del trabajo ajeno, ya sea por la tenencia o herencia de la propiedad privada sobre los medios de producción, por rentas especulativas o por mecanismos institucionalizados de extracción de plusvalor. Esta crítica ha sido central tanto en los escritos de Karl Marx como en los desarrollos posteriores de Lenin, Rosa Luxemburgo o Antonio Gramsci [2]. La lucha contra el parasitismo no es sólo económica, sino moral: se trata de construir una sociedad donde toda persona tenga derecho al producto de su trabajo, en igualdad de condiciones para su desarrollo material y espiritual.

Esta aspiración no implica igualitarismo plano ni estatismo absoluto, sino una forma de justicia distributiva orientada al mérito y la necesidad social. Como señaló Ernesto “Che” Guevara, “el trabajo voluntario, creativo y consciente” debía ser el motor del hombre nuevo, opuesto al incentivo económico individualista como única fuente de motivación [3]. En esta línea, el socialismo no anula las diferencias, sino que las legitima en función del aporte social, y no de la propiedad.

II. Las revoluciones tecnológicas y la obsolescencia del paradigma del empleo
Con la irrupción de la cuarta revolución industrial, caracterizada por la inteligencia artificial, la robótica, el big data y la automatización generalizada de procesos, se abre un escenario de transformación radical en las relaciones de producción. La capacidad productiva de la humanidad ha alcanzado un punto tal que podría, en términos objetivos, garantizar las necesidades básicas de toda la población mundial. La producción de bienes y servicios no requiere ya de la misma intensidad de trabajo humano que en épocas anteriores, y cada vez más se plantea la obsolescencia del empleo como única fuente de ingreso [4].
Aquí emerge una paradoja fundamental: si la productividad crece gracias a tecnologías que minimizan el trabajo humano, ¿cómo se justifica que millones de personas estén desempleadas o vivan en la pobreza, mientras unos pocos concentran los frutos de ese incremento de productividad? La respuesta reside en la forma en que se apropian socialmente los frutos del progreso técnico. Mientras la propiedad de los algoritmos, las plataformas y las máquinas siga siendo privada, el excedente que estas generan continuará acumulándose en manos de una élite, profundizando la desigualdad [5].

III. Más allá del estatismo: mercado socializado y propiedad común del conocimiento
Esta situación no obliga necesariamente a regresar a un modelo estatista rígido o a un socialismo burocrático. Por el contrario, puede abrir el camino hacia una nueva síntesis entre planificación social y mecanismos de mercado, donde la lógica de acumulación privada sea reemplazada por una lógica de socialización de los frutos del progreso. Esto no significa abolir el mercado, sino reorientarlo. El mercado, como mecanismo de coordinación descentralizada, puede seguir cumpliendo funciones útiles en la asignación de recursos y la innovación, pero debe operar bajo reglas que prioricen el bienestar colectivo y no la rentabilidad privada [6]. Supuestamente este proceso experimental e históricamente esta sucediendo en China con el denominado "socialismo de mercado", por ejemplo.
Un ejemplo de esta orientación sería concebir a las plataformas tecnológicas no como empresas privadas que capturan solamente ganancias para sus propietarios, sino como bienes comunes digitales, gestionados democráticamente y cuyas rentas además de las privadas, puedan alimentar políticas públicas como la renta básica universal. En este sentido, autores como Paul Mason (2015) o Nick Srnicek (2016) han planteado la necesidad de socializar el conocimiento, los algoritmos y las infraestructuras digitales, como condición para un desarrollo verdaderamente democrático y sustentable [7].

IV. El socialismo como horizonte civilizatorio
El horizonte del socialismo, por tanto, se redefine a la luz de los desafíos contemporáneos. Ya no se trata sólo de la socialización de las fábricas y las tierras, sino también de socializar el saber, la tecnología y los datos, que son hoy los principales vectores de poder. El trabajo humano, aunque reducido en volumen, puede recuperar su centralidad en tanto que actividad creativa, colaborativa y orientada a elevar los niveles de existencia y las proyecciones de toda la sociedad. La distribución de la riqueza no debería basarse ya únicamente en el tiempo trabajado, sino en el derecho de toda persona a participar del patrimonio tecnológico y cultural acumulado por la humanidad.
En este marco, se puede pensar una economía socialista de mercado, donde existan empresas privadas, cooperativas y estatales que compitan bajo reglas que garanticen la equidad, la inclusión y la sostenibilidad. Se trataría de sustituir la competencia destructiva por una competencia por la eficiencia social, medida no por el beneficio privado exclusivamene, sino por la capacidad de satisfacer necesidades humanas reales.

Notas
[1] Marx, K. (1875). Crítica del Programa de Gotha.
[2] Gramsci, A. (1971). Cuadernos de la cárcel; Luxemburgo, R. (1913). La acumulación del capital.
[3] Guevara, E. (1965). El socialismo y el hombre en Cuba.
[4] Schwab, K. (2016). La cuarta revolución industrial. Debate.
[5] Srnicek, N. (2016). Capitalismo de plataformas. Caja Negra.
[6] Van Parijs, P. & Vanderborght, Y. (2017). Renta básica. Una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sensata. Paidós.
[7] Mason, P. (2015). Postcapitalismo: Hacia un nuevo futuro. Penguin Random House.

ChatGPT. Consultado, revisado, ordenado, corregido en algunos puntos. EH. 05-09-2025

23.9.23

Saint Simon y la teoría del socialismo


Saint Simon fue un filósofo francés que vivió entre 1760 y 1825. Es considerado uno de los precursores del socialismo, ya que propuso una organización social basada en la cooperación, la ciencia y la industria. 

Las principales ideas de Saint Simon y su influencia en el pensamiento socialista posterior.

Saint Simon nació en una familia aristocrática, pero renunció a sus privilegios durante la Revolución Francesa. Participó en la guerra de independencia de Estados Unidos y viajó por Europa y África. Se interesó por la economía, la política, la historia, la religión y la ciencia. Fue un hombre polifacético que escribió sobre diversos temas, desde la física hasta la música.

Su obra más importante es el Nuevo Cristianismo (1825), donde expone su visión de una nueva religión basada en el amor al prójimo y el progreso de la humanidad. Saint Simon creía que la sociedad debía ser dirigida por los sabios y los industriales, que eran los que podían garantizar el bienestar de todos. Criticaba el sistema feudal y capitalista, que generaban desigualdad, pobreza y guerra. 

Proponía una sociedad sin clases, sin propiedad privada y sin Estado, donde todos los trabajadores participaran en la producción y el reparto de los bienes.

Saint Simon fue un precursor del socialismo utópico, que buscaba crear una sociedad ideal mediante la reforma moral y pacífica. Su pensamiento influyó en otros socialistas como Fourier, Owen, Comte y Marx. También fue un inspirador del positivismo, que defendía el papel de la ciencia y la razón en el conocimiento y la acción humana.

Saint Simon fue un pensador original y visionario, que anticipó algunos de los problemas y desafíos de la sociedad moderna. Su obra sigue siendo una fuente de reflexión y debate para quienes se interesan por el futuro de la humanidad.

Fuente IA

9.7.23

Datos bio-físicos de Rosa Luxemburgo.


Rosa Luxemburgo fue una de las figuras más destacadas del movimiento socialista internacional del siglo XX. Su vida y su obra siguen siendo una fuente de inspiración para muchos activistas y pensadores que luchan por un mundo más justo y solidario. Pero ¿cómo era físicamente Rosa Luxemburgo? ¿Qué aspecto tenía la mujer que desafió al imperialismo, al reformismo y al patriarcado con su pluma y su acción?

Según las descripciones de sus contemporáneos y las fotografías que se conservan, Rosa Luxemburgo era una mujer de complexión delgada, cabello oscuro y ojos expresivos. Su rostro reflejaba su inteligencia, su pasión y su sensibilidad. Tenía una mirada penetrante y una sonrisa contagiosa. Su voz era clara y firme, capaz de cautivar a las masas en sus discursos y conferencias.

Rosa Luxemburgo medía aproximadamente 1,50 metros de altura, lo que le valió el apodo de "la enana roja" por parte de sus adversarios políticos. Sin embargo, su estatura no le impidió tener una presencia imponente y una personalidad arrolladora. Rosa Luxemburgo no se dejaba intimidar por nadie y defendía sus ideas con valentía y convicción. Su físico tampoco le impedía viajar por toda Europa, participar en congresos, reuniones y manifestaciones, y escribir cientos de artículos, libros y cartas.

Rosa Luxemburgo era consciente de que su aspecto físico no se ajustaba a los cánones de belleza de su época, pero tampoco le importaba demasiado. Ella se valoraba por sus cualidades intelectuales y morales, y no por su apariencia. No obstante, tampoco renegaba de su feminidad ni de su sexualidad. Rosa Luxemburgo tuvo varios amores a lo largo de su vida, algunos más duraderos que otros, pero siempre basados en el respeto mutuo y la libertad individual.

Rosa Luxemburgo fue una mujer excepcional, tanto por su pensamiento como por su acción. Su físico era solo una parte de su identidad, que no la definía ni la limitaba. Rosa Luxemburgo fue mucho más que sus datos físicos: fue una revolucionaria, una teórica, una escritora, una pedagoga, una ecologista, una feminista y una humanista. Fue, en definitiva, una mujer que hizo historia.

Fuente: IA

Datos bio-físicos de Fidel Castro


Fidel Castro fue uno de los líderes políticos más influyentes del siglo XX, y su figura sigue generando interés y controversia en todo el mundo. Una de las curiosidades que más llama la atención sobre él es su estatura, que según diversas fuentes oscilaba entre 1,90 y 1,93 metros, lo que le hacía destacar entre sus compañeros de la revolución cubana y sus adversarios internacionales.

¿Qué otros datos físicos se conocen sobre Fidel Castro? Según su biografía oficial, publicada por el gobierno cubano, nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, una localidad de la provincia de Holguín, en el oriente de la isla. Era el tercer hijo de un matrimonio formado por Ángel Castro, un inmigrante gallego que se dedicaba a la agricultura y la ganadería, y Lina Ruz, una campesina cubana. Tenía seis hermanos y tres hermanastras.

Desde joven mostró una gran inteligencia y capacidad de liderazgo, así como un interés por la política y la justicia social. Estudió en varios colegios religiosos, donde destacó por su oratoria y su rebeldía. Se graduó en Derecho por la Universidad de La Habana en 1950, y se involucró en diversos movimientos estudiantiles y partidos políticos de izquierda.

En 1952, tras el golpe de estado de Fulgencio Batista, decidió tomar las armas contra la dictadura. El 26 de julio de 1953 lideró el fallido asalto al cuartel Moncada, por el que fue condenado a 15 años de prisión. Fue indultado en 1955 y se exilió en México, donde conoció a Ernesto "Che" Guevara y otros revolucionarios. En 1956 regresó a Cuba a bordo del yate Granma, junto con 81 combatientes, y comenzó la guerra de guerrillas en la Sierra Maestra.

Tras casi tres años de lucha, logró derrocar a Batista el 1 de enero de 1959 e instauró un gobierno revolucionario que pronto se alineó con la Unión Soviética y adoptó el socialismo como modelo económico y político. Durante más de cuatro décadas, resistió el embargo económico y las presiones diplomáticas de Estados Unidos, así como varios intentos de asesinato y desestabilización.

Fidel Castro gobernó Cuba hasta 2006, cuando delegó el poder en su hermano Raúl por motivos de salud. Murió el 25 de noviembre de 2016 en La Habana, a los 90 años. Su legado es objeto de admiración y rechazo por igual, pero nadie puede negar que fue un personaje histórico que marcó una época.

Fuente IA

Datos bio-físicos del Che Guevara


Ernesto "Che" Guevara fue un revolucionario argentino que participó en la Revolución Cubana y otras luchas antiimperialistas en América Latina y África. Su figura ha sido objeto de admiración, controversia y mitificación por parte de diversos sectores políticos y sociales. Pero ¿cómo era físicamente Che Guevara? ¿Qué rasgos lo distinguían y qué altura tenía?

Según diversas fuentes, Che Guevara medía entre 1,74 y 1,78 metros de altura, lo que lo situaba por encima de la media de su época. Tenía el cabello castaño oscuro, los ojos marrones y una tez blanca. Su rostro era alargado y anguloso, con una nariz prominente y una barbilla firme. Su aspecto más característico era su barba tupida y su cabello largo, que le daban un aire rebelde y bohemio.

Che Guevara solía vestir de forma sencilla y práctica, acorde con su ideología y su estilo de vida. Usaba camisas de cuadros o lisas, pantalones de tela o vaqueros, botas o zapatos cómodos y una boina negra con una estrella roja. También llevaba un reloj, un anillo de matrimonio y unas gafas de montura metálica, que necesitaba por su miopía. En ocasiones, se ponía un uniforme militar verde oliva con insignias y condecoraciones.

Che Guevara tenía una complexión atlética y fuerte, fruto de su afición al deporte y a las actividades al aire libre. Practicaba rugby, fútbol, natación, ajedrez y tiro al blanco. También le gustaba montar en bicicleta, en moto y en avión. Su salud, sin embargo, se vio afectada por el asma crónica que padecía desde niño, lo que le provocaba dificultades respiratorias y tos frecuente. A pesar de ello, Che Guevara no se dejó limitar por su enfermedad y se enfrentó a todo tipo de retos y adversidades.

Che Guevara fue un hombre de acción e ideales, que dejó una huella imborrable en la historia del siglo XX. Su imagen se ha convertido en un símbolo universal de rebeldía, justicia y libertad.

Fuente: IA

Datos bio-físicos de Ho Chi Min


Ho Chi Minh fue un líder revolucionario y político vietnamita que desempeñó un papel clave en la lucha por la independencia de su país del colonialismo francés y la ocupación japonesa. También fue el fundador y presidente del Partido Comunista de Vietnam, así como el primer presidente de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte).

¿Pero cómo era físicamente Ho Chi Minh? ¿Qué aspecto tenía el hombre que se convirtió en un símbolo de la resistencia nacional y el socialismo en el sudeste asiático? A continuación, presentamos algunos datos sobre sus características físicas y su estatura.

- Ho Chi Minh tenía el cabello negro y liso, que solía peinar hacia atrás o cortar al ras. A medida que envejecía, su cabello se volvía más canoso y escaso. También tenía una barba negra y tupida que le cubría parte de la cara.

- Sus ojos eran de color marrón oscuro y rasgados, con una mirada penetrante e inteligente. Sus cejas eran gruesas y arqueadas, y sus pestañas largas y curvas.

- Su nariz era recta y prominente, con unas fosas nasales anchas. Su boca era pequeña y delgada, con unos labios finos y apretados. Su mentón era redondo y firme, con un pequeño hoyuelo en el centro.

- Su piel era de un tono amarillento, con algunas manchas y arrugas debido al sol y al paso del tiempo. Su complexión era delgada y esbelta, con unos hombros anchos y unos brazos fuertes.

- Su estatura era de 1,60 metros, lo que lo hacía más bajo que el promedio de los hombres vietnamitas de su época. Sin embargo, su postura era erguida y digna, lo que le daba una presencia imponente y carismática.

- Su vestimenta era sencilla y modesta, consistente en un traje de algodón blanco o gris, con una chaqueta abotonada y unos pantalones holgados. A veces llevaba un sombrero cónico de paja o un pañuelo en la cabeza. También usaba unas sandalias de cuero o unas zapatillas de tela.

Estos son algunos datos sobre el aspecto físico de Ho Chi Minh, uno de los personajes más influyentes e históricos de Vietnam y del mundo. Su imagen sigue siendo recordada y venerada por muchos vietnamitas como un símbolo de patriotismo, libertad y justicia social.

Fuente: IA

Datos bio-físicos de Lenin


¿Te has preguntado alguna vez cómo era físicamente Lenin, el líder de la Revolución Rusa? En este artículo te contamos algunos datos curiosos sobre su aspecto y su estatura, basados en fuentes históricas y testimonios de sus contemporáneos.

Lenin nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk, una ciudad del Imperio Ruso. Su nombre real era Vladímir Ilich Uliánov, pero adoptó el seudónimo de Lenin cuando se involucró en la actividad revolucionaria. Según su partida de nacimiento, medía 51 centímetros al nacer, un tamaño normal para la época.

A lo largo de su vida, Lenin no fue un hombre muy alto ni muy corpulento. Según su pasaporte, emitido en 1897, medía 1,64 metros y pesaba 65 kilos. Sin embargo, otras fuentes indican que su estatura real era de 1,60 metros y que llegó a pesar hasta 80 kilos en sus últimos años.

Lenin tenía el cabello castaño oscuro y los ojos azules. Su rostro era alargado y anguloso, con una nariz prominente y una barbilla afilada. Su rasgo más distintivo era su calvicie, que empezó a manifestarse cuando tenía unos 30 años. Para disimularla, solía llevar un sombrero o una gorra.

Lenin se vestía de forma sencilla y sobria, sin ostentar lujos ni adornos. Su vestimenta habitual consistía en un traje oscuro, una camisa blanca, una corbata negra y unos zapatos de cuero. A veces se ponía un abrigo largo y una bufanda para protegerse del frío. También usaba gafas para leer y escribir.

Lenin fue un hombre de gran carisma e inteligencia, que supo movilizar a las masas con su oratoria y su ideología. Fue el fundador del Partido Comunista de Rusia y el primer jefe de gobierno de la Unión Soviética. Murió el 21 de enero de 1924 a causa de un derrame cerebral, a los 53 años.

Fuente: IA

25.5.23

Origen del principio socialista del trabajo


El principio socialista de "a cada quién según su trabajo y de cada cual según su capacidad" tiene su origen en las ideas de los primeros pensadores socialistas, como Henri de Saint-Simon, Louis Blanc y Étienne Cabet, que proponían una sociedad basada en la cooperación, la igualdad y la justicia. Estos autores defendían que cada persona debía contribuir al bien común según sus habilidades y recibir una recompensa acorde a su esfuerzo. De esta forma, se eliminaba la explotación capitalista y se garantizaba el derecho a las necesidades básicas de todos los seres humanos.
Este principio fue retomado por Karl Marx en su Crítica del Programa de Gotha, donde lo contrapuso al principio burgués de a cada cual según su aporte. Según Marx, este último principio aún conservaba el sello de la vieja sociedad capitalista, pues no aseguraba la igualdad real entre los individuos, que tenían capacidades y situaciones diferentes. Por eso, Marx planteó que, en la fase superior de la sociedad comunista, el principio que debía aplicarse era el de "a cada cual, según sus necesidades", que implicaba una distribución más equitativa y solidaria de la riqueza colectiva.
El principio socialista de "a cada quien, según su trabajo y de cada cual según su capacidad" ha sido defendido por diversos movimientos y corrientes políticas a lo largo de la historia, como el socialismo utópico, el anarquismo, el socialismo democrático y el marxismo-leninismo.

5.5.23

Descripción policíaca de Federico Engels


Descripción policiaca de Federico Engels.

Federico Engels fue un filósofo, economista, historiador y revolucionario alemán que vivió entre 1820 y 1895. Fue el principal colaborador de Karl Marx y coautor de obras fundamentales del socialismo científico, como el Manifiesto Comunista y El Capital.

Según los registros policiales de la época, Engels tenía las siguientes características físicas:

- Estatura: 1,80 metros aproximadamente.

- Complexión: robusta y atlética.

- Cabello: rubio oscuro, liso y corto.

- Barba: larga y poblada, del mismo color que el cabello.

- Ojos: azules y penetrantes.

- Rostro: alargado y anguloso, con nariz prominente y frente amplia.

- Vestimenta: elegante y sobria, con traje oscuro, chaleco, corbata y sombrero de copa.

Engels era considerado por las autoridades como un peligroso agitador político y social, que apoyaba las luchas obreras y difundía ideas subversivas entre las masas. Por eso, era vigilado constantemente por los agentes secretos y perseguido por la policía en varios países de Europa.

3.3.21

Una breve recapitulación del Socialismo

Notas de Sociología

Una breve recapitulación de Socialismo

Evaristo Hernandez

     1. Es importante tanto teórica como prácticamente recapitular la definición de Socialismo. En el caso de El Salvador lo es mucho más dado que el partido político que condujo una guerra contra la dictadura militar en la década del 80 del siglo XX la sostuvo con un ideario socialista; ahora como partido legalizado en el sistema político salvadoreño mantiene el ideario socialista en sus estatutos.

     2.  Y todo indica, a juzgar por las expresiones y posiciones, de ciertos integrantes del partido, que aunque sustancialmente debilitado por los resultados electorales del 28 de febrero del corriente año, el FMLN tiene una médula orgánica que sostendrá el ideario socialista, es decir, que los revolucionarios socialistas en El Salvador, continuarán con su ideario socialista.

     3.  El ideario socialista del FMLN significa, en sus términos ideológicos y propósitos básicos:

         3.1. Que continuaran en su esfuerzo político con ideología y enfoque socialista.

     3.2. Se trata de impulsar y conducir la lucha de los trabajadores:

a)  por la justicia económica y social,

b) la libertad religiosa y política,

c) la igualdad laboral entre hombres y mujeres, la equidad de género;

d) la no privatización de bienes públicos

e) la recuperación ambiental

f) continuaran su lucha por el desarrollo económico y social de Amarice Latina,

g) y por el avance del sistema socialista a nivel mundial.

     4. Probablemente muchas personas, con una intuición primitiva, sin mayor conocimiento científico, como es lo usual en el pensamiento, y en la acción política actual en El Salvador, pueden llegar a la conclusión de que derrota electoral reciente del 28 de febrero del FMLN, que es el único partido que sostiene una ideología socialista revolucionaria significa la derrota del socialismo como ideología y aunque no se logre entender por muchas personas, diré que esas personas pueden probablemente imaginar que la derrota electoral del FMLN es la derrota del socialismo como pensamiento científico.

     5. Talvez para referir de la manera más evidente la diferencia diré que la caída de la URSS no significó la caída permanente de la ideología ni del pensamiento científico socialista.

     6. Tal como lo hizo la URSS en su momento, desde principios hasta finales del siglo XX, lo hace en la actualidad la República Popular China, compitiendo con la primera potencia capitalista del planeta en la generación de la riqueza mundial, en los avances de la ciencia y la tecnología, en la democracia económica y bienestar material de su población.

     7. De manera que sacando una conclusión inicial que podría obnubilar el pensamiento político primitivo: el socialismo, como ideología, como pensamiento científico y como realidad social está presente en el mundo actual y tiene su expresión ideológica, teórica y real en la perspectiva del desarrollo social salvadoreño.

     8. El Socialismo es un término que se puede definir de dos formas: una ideológica y otra científica. La primera tiene una raíz esencialmente subjetiva, interesada personalmente o de manera asociada, con el propósito de defender o desarrollar intereses económicos o políticos, individuales, partidarios y gubernamentales y la otra tiene una raíz esencialmente objetiva, sin más interés que el descubrimiento de la verdad objetiva, de las leyes que rigen el desarrollo y cambio social, independiente de intereses ideológicos y políticos.

     9. Como realidad social, el Socialismo es un sistema político, social y económico que irrumpió en la historia de la humanidad a principios del siglo XX. A finales del mismo siglo sucumbió en su núcleo central, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, que llegó a tener 15 Repúblicas, con más de 22 millones de kilómetros cuadrados, y cerca de 300 millones de habitantes, y era la segunda potencia mundial con el Partido Comunista más poderoso de la tierra compuesto de cerca de 40 millones de militantes.

     10. Esta realidad socialista se disolvió después de más de casi 75 años de existencia (1917-1991) y se disolvió en cerca de cinco años curiosamente sin el derramamiento de sangre que tuvieron otros cambios revolucionarios del sistema económico como la disolución del Imperio Romano, la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América.

     11. Ahora, han quedado algunos países que impulsan su sistema económico basado en los principios del Socialismo, uno sumamente exitoso como China, segunda potencia mundial a punto de rebasar en diferentes dimensiones a Estados Unidos de América.

     12. Otros países  socialistas soportan el peso de formas de gobierno que parecen residuos del despotismo asiático como Corea del Norte que lleva tres generaciones de liderazgo de una sola familia gobernante con grandes dificultades económicas, pero manteniendo cierto bienestar generalizado que garantiza la estabilidad política.

     13. Cuba, con dificultades económicas en gran medida derivadas del bloqueo comercial de Estados Unidos de América, que lucha entre períodos de austeridad y del mencionado bloqueo económico sistemático, se sostiene como la primera revolución socialista del hemisferio occidental. Y todavía provee de asistencia médica no solamente a países periféricos, sino a países desarrollados.

     14. Vietnam, impresionante nación que tiene como cualidad la derrota de todo imperio que la invade y que se ha recuperado económicamente de una manera vertiginosa después de derrotar a la mayor potencia militar capitalista del planeta.

     15. Laos una República asiática estrechamente ligada a la historia de la guerra que condujo a la expulsión de los Estados Unidos de América en su intervención en Vietnam.

     16. Estos cinco países socialistas, existentes en el primer cuarto del siglo XXI son una pequeña parte de las 193 naciones reconocidas por la Organización de Naciones Unidas, pero aportan casi el 20 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. Y son países en que la Pandemia del Coronavirus ha sido excepcionalmente manejada con relativamente poco nivel de decesos y contagios.