"Estos dos grandes descubrimientos: la concepción materialista de la historia y la revelación del secreto de la producción capitalista, mediante la plusvalía, se los debemos a Marx. Gracias a ellos, el socialismo se convierte en una ciencia, que sólo nos queda por desarrollar en todos sus detalles y concatenaciones." Federico Engels, Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico.

24.6.14

Nota sobre el principio comunista primitivo del trabajo

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Históricamente, me parece, el trabajo ha tenido principios de funcionamiento de acuerdo al sistema económico o modo de producción existente. Así, creo, se puede mencionar el "principio comunista primitivo del trabajo", el "principio esclavista del trabajo", el "principio capitalista del trabajo" y el "principio socialista del trabajo" que son los principios del trabajo realizados o en proceso de realización que la humanidad ha contemplado. 

El principio comunista primitivo del trabajo establecía primitivamente "a cada quien según su trabajo, a cada cual según su necesidad". Es la versión atrasada de que presagia una visión de la aplicación futura de ese principio en una sociedad altamente desarrollada en términos tecnológicos y consecuentemente productivos. Todo se distribuía con mucha equidad, el trabajo estaba relativamente poco diferenciado. Con sus importantes variantes por la existencia de una estratificación social más diferenciada, entre gobernantes y sacerdotes forma de aplicación de este principio probablemente pueda observarse en los modos de producción asiático señalado por Marx o en el modo de producción indígena primitivo de América.

Con el aparecimiento de la propiedad privada el trabajo se desvincula violentamente del medio de producción, paradoja de la elevación de la capacidad productiva del trabajo que evidencia las ventajas para la clase parasitaria, de explotar trabajo ajeno. El principio comunista primitivo del trabajo, deviene en principio esclavista del trabajo. En la sociedad esclavista probablemente el principio podría enunciarse como "a nadie según su trabajo a nadie según su necesidad ni su capacidad". El amo era el dueño del esclavo como ser humano y este no tenía derecho alguno ni formal ni real alguno basado en su trabajo. Dependía de la voluntad del amo la remuneración al trabajo del esclavo, podía el amo, por ejemplo, dejarlo morir de hambre, por su simple voluntad de hacerlo. Si el esclavo era remunerado en forma de alimentos y otros bienes estrictamente necesarios para su subsistencia era por el interés del amo en hacerlo trabajar.

Notas Iniciales
Para un examen del Principio Socialista del Trabajo
Evaristo Hernández
Junio 2014




Tres fases de Saint Simon

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Las cursivas en negrillas son para efectos de estudio.

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El pensamiento sociológico de Saint Simon (1760 – 1825)


Antonio Emmanuel Berthier

Introducción.

Saint Simón puede considerarse el primer antecedente de la sociología posterior a la Revolución Francesa. Preocupado por lo que consideraba una tendencia desorganizadora de la sociedad, Saint Simón rechazó la especulación filosófica acerca del orden social y a partir de una visión organicista propia del siglo XIX, encauzó sus esfuerzos intelectuales a la fundación de una nueva ciencia que tuviera por objeto al mundo social y que tuviera como principios rectores la organización y la creatividad.

Podemos dividir el pensamiento de Saint Simón en tres fases: un periodo caracterizado por una ruptura epistemológica con respecto a la reflexión social de su época y el nacimiento de su “fisiología social”; un periodo liberal donde destaca la necesidad de encauzar el conocimiento científico y la política hacia la creación de un régimen industrial; y la tercera fase donde su visión industrialista lo lleva a oponerse al liberalismo y el principio de proviedad privada, dando lugar a un socialismo utópico.

Ruptura epistemológica y nacimiento de la fisiología social (1802 – 1815)

Esta fase se caracteriza por la ruptura epistemológica que manifiesta el pensamiento saintsimoniano con respecto a los métodos intelectuales de su tiempo influenciados fuertemente por el pensamiento ilustrado. Saint Simon proclama una nueva forma de pensamiento social y político, una auténtica “revolución científica”.

Opuesto a la metafísica filosófica ilustrada de la que adquirió sustento ideológico el movimiento revolucionario francés, Saint Simon propone la construcción de un “nuevo sistema intelectual”, un pensamiento científico caracterizado por su convicción creadora, positiva, con un denotado interés reorganizador de la sociedad que permita revertir el daño que a los tejidos sociales ha causado el pensamiento tradicional fundado en la crítica al orden establecido y la desorganización social.

Saint Simón considera necesaria una nueva disciplina que arrebate la reflexión sobre la sociedad social a la teología legitimadora del orden monárquico y a la metafísica filosófica provocadora del caos. Esta nueva disciplina debería constituirse como en una “fisiología social” entendida como la ciencia positiva del hombre y las sociedades, con especificidad e identidad propias. Su aspecto positivo demanda a esta nueva disciplina fundar su conocimiento en la observación objetiva del orden social para desentrañar las funciones que dentro de él cumplen las organizaciones sociales concebidos a semejanza de órganos que componen un organismo viviente. Para Saint Simón, las instituciones sociales revelan una composición y funcionamiento específicos que deben ser considerados no desde una posición crítica que privilegie el cómo deben ser dichas instituciones sino desde una posición científica que nos revele lo que les es propio y su forma de participación en las transformaciones presentes y futuras de los procesos sociales.

Con la creación de la “fisiología social” Saint Simón pretende lograr la empresa de “hacer entrar en la categoría de las ideas de la física los fenómenos del orden llamado moral”; sólo un estudio positivo de los sistemas sociales puede descubrir las leyes del funcionamiento social y permitir la instauración de prácticas políticas que conduzcan al restablecimiento del orden social. A esta forma de acción política derivada de la práctica científica Saint Simón le designará “sistema de política positiva”.

Fase sociológica industrialista (1816 – 1825)

Un aspecto importante de la obra de Saint Simón, que acompaña a su sociología, es su pensamiento liberal desarrollado entre 1816 y 1818. Durante este periodo, el interés del autor se centra en combatir a la Monarquía Electiva francesa y al movimiento de restauración. Saint Simón consideraba al régimen monárquico el causante de la situación de desventaja política y económica en que se encontraban los industriales, gremio al que por cierto pertenecía. A través de publicaciones colectivas como “la industria” o “el organizador”, auspiciadas por industriales y el Banco de Francia, Saint Simón destacó el carácter progresista de la clase industrial reconociendo el ella la base de desarrollo de la sociedad. Todo cuanto permite el mantenimiento de la sociedad e incluso de la monarquía y sus ejércitos es producto del trabajo industrial. Saint Simón exige a los industriales tomar conciencia de éste, su papel dentro de la sociedad y a organizarse en un partido para competir por el poder político y sentar las bases de un nuevo régimen industrial con la orientación de la naciente ciencia social:

“Toda sociedad se apoya en la Industria. La Industria es la única garantía de su existencia, la fuente única de todas las riquezas y de toda prosperidad. Por esta sola razón, pues, el estado de cosas más favorable a la Industria es también el más favorable a la sociedad. He aquí, simultáneamente, el punto de partida y el fin de todos nuestros esfuerzos.”

La fisiología social, encargada del estudio de los sistemas sociales, deberá demostrar que la producción industrial constituye el factor determinante de las sociedades modernas; deberá asimismo investigar las aportaciones directas de la industria al orden social a fin de diseñar un sistema político adecuado a las necesidades de la nueva sociedad industrial.

Periodo industrialista socialista (1818 – 1825)

A pesar de su inicial coincidenca teórica y política con el liberalismo, en la última etapa de su vida, Saint Simón da un giro inesperado que lo colocará en el lado opuesto al pensamiento liberal. Para ser consecuente con su análisis sociológico de la nueva sociedad industrial, Saint Simón además de invitar a los productores a fundar un partido político para reclamar libertad económica, los incita ahora además a transformar la naturaleza de las relaciones sociales existentes e impugnar el principio capitalista de la propiedad privada. Para el pensador, el desarrollo de la producción en el orden industrial obligará tarde o temprano a subordinar a éste fin las reglas de la propiedad y a replantear el principio de libertad del liberalismo económico. Este principio permite establecer un puente entre la última etapa del pensamiento saintsimoniano y el pensamiento socialista de Karl Marx.
Berthier, A., (2007) El pensamiento sociológico de Saint Simon. 
(Descargado el día martes 24 de junio de 2014)
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15.6.14

Ser y Deber Ser del Principio Socialista del Trabajo

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Como el respeto al principio socialista del trabajo es un deber ser en una sociedad capitalista y aún en una sociedad socialista atrasada en el desarrollo de sus fuerzas productivas, se encuentra en constante lucha con el ser, con la falta de respeto al principio socialista del trabajo. En el ser, en la sociedad capitalista y en el socialismo atrasado y/o estatizado a la usanza de lo que fue la URSS, ha sido evidente la transgresión real al principio socialista del trabajo. No se remuneraba a las personas de acuerdo al tipo, cantidad y calidad del trabajo pasado y presente desplegado de acuerdo a la necesidad social del trabajo. Y esta situación persiste, no solamente en el capitalismo, en donde por definición, la base de su desarrollo es la explotación del trabajo humano, sino incluso en los intentos de construcción del socialismo, porque la sociedad en su conjunto y en la expresión individual, no ha superado las barreras que impiden el reconocimiento directo, abierto, del derecho a la remuneración material adquirida ´por el trabajo pasado y presente y diferenciada. El status social lo confiere el trabajo y no la explotación del trabajo en una sociedad socialista. Como resultado de la falta de respeto, dicho sea tanto en términos éticos como en términos económicos, existe la tendencia no a revolucionar sino a involucionar el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo.

Notas iniciales
Para examinar el Principio Socialista del Trabajo
Evaristo Hernández
Junio 2014
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12.6.14

El Estado y el Principio Socialista del Trabajo

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El Estado y el Principio Socialista del Trabajo

El principio socialista del trabajo, es un ideal, un deber ser social, que sostiene la necesidad histórica de una sociedad organizada bajo el fundamento de que a cada persona se le debe garantizar su trabajo y retribuirla materialmente de acuerdo a la cantidad y calidad de su trabajo, La consecución real, no ideal, del principio socialista del trabajo, tiene, a su vez, base en intereses económicos conforme lo explica el materialismo histórico.

En teoría la sociedad podrá organizarse en base al principio socialista del trabajo cuando el desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo eclosionen con la superestructura. Para nuestra interpretación, cuando la capacidad productiva del ser humano posibilite y democratice el consumo, y el ser humano no tenga la necesidad de explotar a otros seres humanos para asegurar su existencia. Las diferencias sociales existirán por medio de la retribución al trabajo y medida en términos del tipo de consumo de los medios de subsistencia individual y familiar y de trabajo especializados y necesarios para desplegar la labor. 

Una sociedad de esta naturaleza ha revolucionado y democratizado los medios de producción y de consumo. El Estado como instrumento de dominación de los que viven a costa de otros ha desaparecido. Es solamente una estructura que administra bienes públicos y que respeta el uso de los bienes privados personales, diferenciados, repetimos por la cantidad y calidad en el tipo o clase de trabajo social necesario establecido en el proceso de circulación o de intercambio . En una sociedad de esta naturaleza el reconocimiento al trabajo es natural, espontáneo, la justicia social y el trabajo, como decía Marx, son una necesidad vital creciente.

Notas iniciales
Para examinar el Principio Socialista del Trabajo

Evaristo Hernández
Jueves 12, Junio, 2014
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7.6.14

Lucha de Principios del Trabajo: Capitalismo y Socialismo

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Lucha de Principios Capitalista y Socialista del Trabajo

La concreción del principio de organización socialista del trabajo, es un proceso de lucha social e individual. Desde el punto de vista de la sociedad, el proceso implica la transformación de la sociedad capitalista en su contrario, una sociedad socialista. Individualmente considerado, el principio de organización socialista del trabajo implica la lucha contra la explotación propia y ajena, la lucha por el respeto al trabajo propio y ajeno, a la trayectoria, a la experiencia, a la destreza, a la calificación profesional, a la participación conquistada meritoriamente y con esfuerzo.

Forma parte de la moral capitalista con relación al principio del trabajo lo opuesto a lo anterior. En el capitalismo no se respeta el trabajo de la gran mayoría de las personas sino el de la minoría que ayuda a mantener la opresión y la injusticia económica y social de la población.

El principio de organización capitalista y socialista del trabajo coexisten, tanto social como individualmente. Así como como coexiste el ser y el deber ser de todas las cosas. En lucha. El principio de organización socialista del trabajo se abre paso históricamente, en un proceso de lucha, en toda sociedad capitalista. A veces esta lucha adquiere matices impresionantes por lo novedosos, como es la iniciativa del Partido Socialista Suizo de establecer un salario único y base, a fin de que las personas se dediquen al trabajo que deseen y para el cual sientan vocación y desarrollen sus capacidades.

Esta lucha de principios de organización del trabajo, está presente de manera singular en América Latina. Toda lucha implica aciertos y errores, pero de su resolución dependerá el futuro del Socialismo.

En la evolución social, puede decirse que el primer intento de construcción de una sociedad socialista fracasó precisamente, por la distorsión de un único punto: no se garantizó que a cada persona se le remunerara de acuerdo a su trabajo y a su capacidad. Un motorista de bus recibía lo mismo que un médico, por ejemplo. Con esa experiencia se evidenció que un sistema erigido sobre la arbitrariedad y discreción colectiva e individual, que no toma en cuenta necesidades sociales reales laborales, antecedentes, méritos, calificaciones y trayectoria de lealtad social para ubicar y remunerar a las personas en y por el trabajo que merecen, que han conquistado con su esfuerzo y que la sociedad necesita, se carcome por dentro y se derrumba como un gran mueble roído por dentro por la polilla de la injusticia social que necesariamente también es individual. Examinar desde la ciencia social este punto es determinante para explicarse la caída del primer esfuerzo humano de construcción de un sistema socialista prácticamente en todo el siglo XX y extraer sus lecciones históricas.

Notas iniciales
Para examinar el Principio Socialista del Trabajo
Evaristo Hernández
Junio 2014
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5.6.14

Dos divisiones del Socialismo

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Dos divisiones del Socialismo

En teoría del Socialismo existe un punto de inflexión: la teoría de la plusvalía de Marx, aunque existe una opinión de que al menos el concepto moderno de plusvalía, fue explorado originariamente por William Thompson. El Socialismo tiene dos grandes divisiones: desde antes y después de la teoría de la plusvalía. El Socialismo Científico lo es porque se basa en la posibilidad de la construcción de una sociedad socialista por las leyes de la naturaleza humana que rigen la producción capitalista de la plusvalía.

Sin embargo subsiste en las dos grandes divisiones del socialismo el principio de organización socialista de la sociedad, heredado de los socialistas anteriores al socialismo científico, que Federico Engels denomina socialistas utópicos. De ellos arranca la premisa de que una sociedad socialista lo es porque se organiza en base al trabajo, que retribuye materialmente de acuerdo al tipo de trabajo es decir, a la complejidad, al riesgo de la labor desplegada; también en cuanto a la cantidad de tiempo dedicado al trabajo, se remunera materialmente conforme el número de horas desplegadas en la labor; y también el trabajo se recompensa materialmente conforme a la calidad, a la capacidad que tiene el ser humano, como individuo y como colectivo, de desplegar un trabajo diferenciado, cuidadoso, diestro, preciso, dicho mas escuetamente, un trabajo de mejor calidad.

Las diferencias sociales en el socialismo son materiales, solamente que no son resultado de la explotación del trabajo humano, sino por el hecho de que las personas son remuneradas de acuerdo a condiciones necesarias por su tipo y cantidad de trabajo y a su capacidad para desarrollarlo. El denominador común es el trabajo, en una sociedad socialista el trabajo y su remuneración equivalente que sostenga la producción y reproducción de la fuerza de trabajo es un derecho humano; la diferenciación social, material proviene del tipo, intensidad, capacidad, cantidad y calidad con que se ejecute el trabajo.

Se transgrede el principio de organización socialista del trabajo cuando el desempleo es consustancial al movimiento económico, como en la sociedad capitalista, cuando la remuneración de la fuerza de trabajo no recompensa los bienes materiales necesarios para la subsistencia del trabajador, manual o intelectual, y la de su familia; cuando no se reconoce en términos de remuneración material la experiencia, el trabajo acumulado, la idoneidad de las personas para ejecutar un trabajo, la capacidad de las personas para efectuarlo, la formación y la educación, la calidad demostrada del trabajador, su lealtad a su profesión y su sociedad.

Notas iniciales
Para examinar el principio socialista del trabajo
Evaristo Hernández
Junio, 2014
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